El nuevo sistema de las bicicletas públicas en la Ciudad (bicing) tiene como objetivo, entre otras cosas, modificar un hábito central entre los porteños: dejar el auto en casa y, si es posible, animarse a las dos ruedas para hacer los trayectos cortos habituales. Y al parecer, muchos se animan. Según los datos oficiales que maneja la subsecretaría de Tránsito, el 48% de los que retiran rodados en las estaciones lo hace para dirigirse a trabajar; mientras que el 21%, en su gran mayoría jóvenes, lo hace con motivos de estudio como, por ejemplo, ir a la facultad.